Acerca de

Pinto en acuarela lo que no siempre puedo decir con palabras.

Bienvenido a Dócari Studio, el espacio donde habito mi camino como pintor. Me llamo Ricardo Loaiza, y nací en Ecuador. Después de muchos años explorando el arte desde diferentes formas —el diseño, la ilustración, la música, la docencia— hoy regreso a lo más esencial: el silencio, el trazo, el agua que dice sin alzar la voz.

Dócari no es solo un nombre. Es una palabra que nació de mi propio nombre, y con él comparte la raíz. Es un anagrama, sí, pero también una forma de recordarme que este proyecto es íntimo, vulnerable, mío.

¿Por qué acuarela?

Porque se mueve como la emoción.
Porque no obedece del todo.
Porque fluye, respira, y a veces se rompe —como uno.
Con ella aprendí a soltar el control, a dejar que la obra también pinte de vuelta.

Probé muchos lenguajes visuales: lápiz, tinta, acrílicos, óleos, digital, diseño gráfico. Pero fue en una clase de ilustración editorial en España donde toqué por primera vez la acuarela. Y supe, sin duda, que ese era mi hogar.

El camino

Dibujo desde que tengo memoria. De niño, gané mi primer concurso a los seis años y desde entonces fui “el que sabe dibujar”. Pero nunca me conformé con el aplauso. Quería entender el arte desde adentro.

Viví y estudié en varios países. Me formé en música, diseño de interiores, dirección de arte. Trabajé con marcas, enseñé, creé contenido por años. Y aunque todo eso me dio herramientas, también me alejó de mí.

Volví a pintar cuando más lo necesitaba. También enfrenté enfermedades que me obligaron a pausar. A entender que el cuerpo también pone límites. Que el arte no siempre sana, pero sí acompaña.

Hoy

Ya no pinto para demostrar. Pinto para estar.
No busco denunciar, sino acompañar.
Creo que el arte puede ofrecer paz. Que una obra colgada en una casa también puede ser un refugio. Que lo lento no es menos valioso. Que la belleza no necesita justificar su existencia.

Qué encuentras en Dócari Studio

Obras originales en acuarela, pintadas a mano, una por una.
Reproducciones de alta calidad, pensadas para habitar espacios con verdad.
Fragmentos del proceso, escritos y visuales, compartidos desde lo íntimo.
Un lugar sin prisa, sin volumen, sin necesidad de gritar.

Este estudio no es para todos. Pero si alguna vez sentiste que el mundo iba demasiado rápido, si alguna vez te dolió algo sin nombre, si buscas arte que no adorne sino acompañe… entonces quizás, este lugar también sea tuyo.

Gracias por estar.